sábado, 19 de marzo de 2011

Preparados, listos...¡Comenzamos!

Pues sí. Aquí estamos de nuevo, escribiendo un blog nuevo, en una plataforma nueva (para mí) y pensando en cuánto me durará de nuevo.

El día que en clase nos dijeron de escribir un blog se me cayó el alma a los pies: ¿otra vez? Qué pereza. ¿Y ahora de qué hablo yo?

Pues bien, como "nativa digital" (me encanta la expresión), y como, creo, la mayoría de jóvenes de mi edad, anteriormente he tenido otros espacios donde contar experiencias. A mí parecer, todos hemos realizado la siguiente ruta:
- Espacio de MSN: sí, esa opción que nos daba el messenger de subir fotos y tener una especie de blog para contar lo mucho que te gustaba un libro o poner canciones. En estos momentos está obsoleto, no ha podido adaptarse al cambio y no es más que un reducto de nuestro pasado para los que no queremos borrarlo (la nostalgia, ya se sabe)

- Fotolog: ¿Quién no tuvo uno? Hace un par de años la fiebre del fotolog se extendió como la pólvora. Un lugar en donde contabas lo que te había pasado a lo largo del día, el fin de semana, o simplemente usabas para comunicarte con tus amigos. Sí, esos que veías todos los días en clase.
Pero como todo producto, tiene su ciclo de vida, y al igual que el espacio, cada vez se fue quedando más anticuado, ante la llegada de las redes sociales.

- Tuenti: el auténtico boom. Si no tenías tuenti, no estabas en el mundo. Eras casi invisible. Una plataforma que aunaba la idea de subir fotos, y estar en contacto con tus amigos/conocidos (Sí, otra vez, esos que veías todos los días en clase). Y cómo no, la función de blog, normalmente usado por los quinceañeros para hablar de banalidades, poner sus estados anímicos (normalmente pseudoemos, cercanos al suicidio) o dedicárselo a sus allegados.

- Facebook: mismas utilidades que el tuenti, pero con una interfaz más complicada y madura.

- Wordpress: de esto que quieres dedicarte al periodismo en un futuro, y fuentes amigas te aconsejan que te vayas creando un blog y un nombre en internet. Comienzas ilusionada, pero la dificultad de su uso y estar en la tesitura de no haber llegar a los cinco seguidores en dos meses hace que lo vayas dejando.

Y aquí estamos, en el siguiente escalón. Para empezar, buscar un nombre atractivo, que tenga que ver con la temática de la que piensas hablar.
Un momento...¿Temática? En un principio pensé deporte, luego series de televisión. Después se me ocurrió hablar de cine, música y hasta de cocina. ¿Solución? Un compendio de todo ello, de todo lo que me gusta y de lo que creo que tengo suficientes conocimientos para poder hablar.

Porque sí, porque a veces es pesado tener que ir cambiando de webs según la temática, y es más cómodo tenerlo todo agrupado en un mismo rincón. De esta forma se me ocurrió el nombre Desvaríos varios pero no sé por qué razón, Blogger no me lo procesaba. Luego, mi maquinaria creativa que por cierto, es bastante escasa en estos momentos, y con la ayuda de spotify y sus listas que no sabes de dónde han salido (¿Retales de carnaval?) llegué a la idea de "Retales de todo un poco". Tiene menos punch que mi idea original pero, así y todo, me convence.

En resumidas cuentas: un sitio en el que un día podrás encontrar una entrada referida a los partidos de esta jornada, y al día siguiente un recetario de cocina que ya quisiera Ferrán Adrià. Un rinconcito, en el que deseo que encontréis la información que os interesa, y vertáis vuestras opiniones sobre lo que queráis (de todo un poco) e ideas/sugerencias para mejorar. Pues como dijo un hombre sabio: "hay que buscar la excelencia siempre".

Bienvenidos.

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